Hace mucho tiempo lo guardé en
una caja, lo arrinconé, lo escondí, o al menos, lo pretendí.
Comencé a vivir sin sus referencias en mi vida, sin dejarle aparecer, sin darle importancia…
Jamás pensé que leyendo lo
volvería a encontrar, a sentir, a echar de menos… y estoy feliz porque he
descubierto la manera de que pueda salir del lugar donde hasta ahora estaba
oculto, para que me alborote, me divierta, me estremezca, me deje sin aliento,
me acalore, incluso me angustie y acto seguido volverlo a guardar en su caja, en
su guarida, en mi trastienda.
Evitando así que interceda en
otras parcelas de mi vida, aunque sea tristemente…
Siempre he pensado que habita en
la mente, se nutre de ella y es con la más pura realidad, cuando se materializa,
pero no siempre lo hace en la forma anhelada. Hasta el momento en contadas
ocasiones se ha manifestado tal y cómo yo le conozco, creyendo el resto de las
veces tener delante a un total desconocido.
DESEO realmente dejarlo salir de
su escondite algún día, pero espero que no me defraude… si no va a ser así, que
no vuelva a salir, que se quede dónde está… aunque yo cruzaré el puente y le iré a buscar de vez en
cuando.
3 comentarios:
Empezamos bien, me ha encantado que lo sepas.
Me ha recordado a una cita de Locke: "La disciplina del deseo es el fondo del caracter"
Me alegro que empecemos bien!!! Es de la mejor manera que se puede empezar!!!!
Me ha gustado mucho lo que has escrito y cómo lo has escrito ;-)
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